miércoles, 20 de julio de 2016

Reflexión: La normalización de lo inaceptable

"Sueño con volver a ver sus caritas, escuchar decir a Ruth por las noches «Papá, dame agua»", con esta escalofriante frase recitada dentro del atroz guión de José Bretón empiezo hoy este artículo; quizás sean las palabras de un psicópata las más adecuadas para desmenuzar el peligroso umbral que ha traspasado la sociedad, ese que dividía a la humanidad interior de la insensibilización que devora segundo a segundo gran parte de lo que hoy conocemos (estamos muy equivocados) como primer mundo.
Recuerdo como si fuera ayer ese momento hace ya veinticuatro años, era invierno y en la televisión un locutor pálido al que le costaba mantener la mirada serena, anunciaba como un aldabonazo en mitad de la tarde que Toñi, Míriam y Derireé habían sido encontradas, creo que todos conocéis el crimen de Alcásser por lo que no voy a entrar en detalles; pero desde aquel instante algo hizo click en mi interior, comencé un círculo de empatía bastante fuerte con todos los casos ligados a la criminología, es algo que me interesa desde aquel preciso momento y he dedicado mucho tiempo a estudiar las mentes de un gran número de criminales, pero nunca me imaginé que el mundo podría llegar a la situación de esta inexorable insensibilización que nos está consumiendo a la velocidad de la luz, sin que aparentemente a la gente le importe lo más mínimo o intente remediarlo.
Nos estamos acostumbrando peligrosamente a ciertos titulares estremecedores, a ver como desalmados del calibre de Miguel Carcaño se ríen de la justicia española una vez tras otra, mientras que unos padres al borde de la locura siguen rasgando cada piedra en el camino con la única esperanza de encontrar el cuerpo de su hija y poder enterrarla, ya ni si quiera buscan a Marta con vida, simplemente sus restos, es triste, muy triste leer esto. Al igual que se han reído de la justicia los Basterra, este caso es de los más espeluznantes que he visto en España, existen fotos de ellos fotografiando el ataúd de la pequeña. Y la pregunta es ¿quién tiene la culpa de que esta gente salga impune o de que mienta de esta manera?. Junto a estos crímenes mediáticos, encontramos otros titulares igual de deplorables, la niñera que le cortó la cabeza a la niña que cuidaba en "el nombre de Allah", o aquel que abusaba de una bebé y finalmente la lanzó por la ventana. Otro caso de psicópata en potencia fue el de Juan Carlos Alfaro, que perpetró la matanza del Salobral por despecho, la niña por la estaba completamente obsesionado tenía 16 años y él 39. Situaciones que por su repercusión mediática y la frivolidad al tratarlas acaban siendo "copycat crime", que no es otra cosa que los criminales que se inspiran en otros tratando de rendir homenaje a sus macabros ídolos siguiendo sus acciones e incluso llegando a reproducir paso por paso muchos asesinatos o secuestros, conocen todo de criminal original, más de lo que podríamos llegar a pensar, en un estado de obsesión absoluta, al igual que los asesinos iniciales se trata de potenciales maniácos depresivos.

Hemos llegado a un punto que la mente criminal ha evolucionado negativamente más en los últimos 30 años que en cinco siglos, pero para poder encontrar un motivo tenemos que saber labrar la raíz del problema, el tipo de sociedad en el que nos hemos convertido y cómo hemos llegado hasta aquí. Partimos desde el punto de una estructura social sin valores, donde la disciplina es pasto de los becerros, no existe una plantilla de ciudadanía arraigada en la que el respeto prime por encima de cualquier otra ideología; España es el país que encabeza la lista del consumo de cocaína. El abuso del alcohol, y la normalización de carácter social asociada al consumo de drogas está creando una corriente del "todo vale" altamente perjudicial con consecuencias devastadoras que después vemos horrorizados en las noticias, pero ¿no sería mucho más efectivo tratar el fondo del problema antes de que pasen las cosas?.
No hago más que escuchar los delitos que se han cometido este año en Pamplona durante las celebraciones de San Fermín, pero claro si hemos normalizado que las mujeres a pleno día se levanten la camiseta con los pechos al aire y una manada de unos 200 hombres vaya pasando tocándolos, pues ya me contaréis la mentalidad y la conciencia que se tiene de lo que es un delito; en qué punto se relaciona la celebración a un santo con coma etílico, sexo, drogas y matanza indiscriminada de animales, quiero que alguien me explique este punto, por que yo a día de hoy sigo sin encontrar la relación o el sentido. De igual manera hemos aceptado desperdiciar 150.000 kilos de tomates en la Tomatina cada agosto, con la gente muriéndose de hambre, nos quejamos de crisis, nos ahogan a impuestos y después se consiente esta salvajada contra la humanidad, el desperdicio del bien más preciado después del agua, los alimentos; de nuevo la normalización de lo inaceptable. Junto a esto encontramos la negación de lo evidente por no poner en tela de juicio a lo políticamente correcto, este punto es un cáncer que nos anestesia con mentiras a todos, y aquí incluyo el origen yihadista, la religión es uno de los mayores motores del terrorismo, esto es así guste o no, diferente es que sea correcto decirlo.

Fotos de San Fermín 2016

Numerosos estudios de grandes profesionales han dejado muy claro que existe una relación más que evidente entre los psicópatas y su infancia. Los niños son una esponja de todo lo que ven o escuchan, desde que nacemos hasta que alcanzamos la pubertad estamos utilizando nuestro entorno como fuente de alimentación para trazar las lineas mentales que más tarde irán dando forma a nuestra personalidad; este punto es francamente importante y no debemos obviarlo ni por un instante, dejar que los niños vean normalizadas según qué conductas los conduce a un abismo sin valores. Hoy en día es muy habitual la ruptura del núcleo familiar, y con ello los niños sufren en muchísimas ocasiones un varapalo emocional que conlleva depresiones, una carencia de raigambres que detona en una personalidad insensible al dolor emocional y sin ningún tipo de empatía. Propios de personas maltratadas en la infancia son los cuadros de trastorno explosivo intermitente, con reacciones desproporcionadas a diferentes situaciones, entre los que en algunos casos ha derivado en otro cuadro más peligroso si cabe, el síndrome Amok, el cual consiste en una explosión sin precedentes de rabia e ira desmesurada que empuja al individuo a matar violentamente, atacando con cualquier cosa, la necesidad de violencia es incontrolable. Tal vez muchos penséis que es una postura extremista, pero no, no lo es; está comprobado que todos los asesinos en serie, o los que son conocidos por entrar en un instituto y matar a cuantos se le ponen por delante, vienen de acoso escolar, maltrato infantil, o de obsesiones contraídas en el periodo de la infancia a causa del entorno, por ejemplo el porno es uno de los motores que más mueve a los criminales con una aparente vida normal que cometen crímenes de carácter sexual.
Las redes sociales son otro peligro para caer en las garras de cualquier psicópata, la gente confunde la realidad con la vida en una pantalla, no voy a extenderme más en este tema por que ya he hablado varias veces en otras reflexiones, pero sin duda la red es una madriguera para fechorías, así como una fuente de información demasiado amplia para que adolescentes estén nutriendo su lado más oscuro; terminan por prescindir de las relaciones interpersonales para pasar a centrar todo su ego en encontrar la manera de figurar entre los más conocidos de cualquier red social, lo que acaba engendrando personas sin capacidad de relacionarse con cero apego por el género humano. La programación de televisión es simplemente lamentable, en qué estado de la mente se puede aceptar la telebasura como algo nutritivo, los programas no son en absoluto aprovechados como medio para transmitir lecciones, conocimientos o sentimientos, todo lo contrarío, fomentan el acoso, el querer inmiscuirse en la vida de los demás, acabamos aceptando y de nuevo normalizando que pasar horas delante de un televisor es lo normal, que dejar de salir a determinada hora a la calle por ver un capítulo de una serie es lo normal, y no, claro que no, no es normal. Y ya por no hablar de la soberana tontería del videojuego para cazar a los pokemon en mitad de la calle, con el que se ha llegado a colapsar Central Park o se ha estrellado gente con el coche ¿enserio hemos llegado a esto?, estamos hablando de un perfil psicópata, tal y como suena. En un pasado relativamente cercano encontramos asesinos con listas delictivas interminables con unos casos a su alrededor dignos de un minucioso estudio mental.
  • Charles Manson es un claro exponente de perturbado mental con un nivel de manipulación terriblemente alto, este individuo lideraba un grupo sectario que acabó con la vida de siete personas, crímenes que fueron instigados por él, a pesar de que estaba condenado a muerte, la pena se redujo y actualmente sigue en prisión bajo cadena perpetua. Con 80 años recibió reiteradamente una propuesta de matrimonio de una joven de tan solo 26 años que insistía en que estaba perdidamente enamorada de él, poco después de anunciar el compromiso, Manson comunicó la ruptura del mismo, el motivo real de que ella quisiera contraer matrimonio era el de convertirse en la "heredera" legal del cadáver, para embalsamarlo y exponerlo cobrando una alta cantidad de dinero por la correspondiente entrada; a veces tenemos sueltos en la sociedad verdaderos perturbados mentales y esta mujer es un ejemplo de ello.
  • Richard Ramírez más conocido como el acosador nocturno, este hombre causó verdadero pánico, entraba por las ventanas de sus víctimas, se sentaba en la cama y después de contemplar la escena del crimen empezaba sus sangrientos ritos. Marcaba las paredes con simbología satánica (a veces en sus propias manos llevaba los dibujos), culpable de 55 delitos entre los que se encontraban 14 asesinatos y mutilaciones, especialmente sádico. Doreen Lioy se enamoró de él cuando cumplía condena en el corredor de la muerte, se casaron en prisión, otro ejemplo de perturbada mental sin igual.
  • Iván Berral Cid cometió un sobrecogedor asesinato a sangre fría en la Iglesia Santa María del Pinar (Madrid), estuvo rondando la zona tranquilamente, tomó un café y aguardó hasta que la misa había comenzado, entró en la iglesia disparó a una joven embazada (el bebé se salvó gracias a una cesárea) y tras disparar a otra mujer, se arrodilló delante del altar, dijo que el demonio lo había obligado a hacerlo y se suicidó de un disparo en la boca. En su casa se encontraron numerosas referencias a la película Kill Bill, la que curiosamente tiene una escena de similares características. En este caso, podemos comprobar como todo lo que vemos y hacemos a lo largo del día, influye en el desarrollo o trasformación de nuestra personalidad, y esto incluye el cine que consumimos, así como la violencia que nuestro cerebro procesa derivada de muchas fuentes, como vídeos extremadamente violentos o videojuegos en los que cuanto más mates, más puntos tienes.
  • Ted Bundy fue un asesino en serie de mujeres, aquí entramos en un peligroso terreno extrapolable al mismísimo 2016, la manipulación de la buena apariencia. Las cifras oficiales dicen que Ted fue ejecutado en la silla eléctrica por el secuestro, violación y asesinato de 36 mujeres, pero lo cierto es que se ha ido comprobando que esta cifra se quedaba muy corta para las casi 100 mujeres que Bundy asesinó. Su físico era atractivo, un tipo carismático, muy culto, licenciado en Psicología y Derecho, irónicamente este monstruo consiguió una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un niño de tres años de morir ahogado. También contrajo matrimonio en prisión con su novia, y a pesar de que el sexo no estaba permitido, se las ingenió para engendrar un hijo con ella. Mentiroso compulsivo, coleccionista de cabezas, y con compulsión necrofílica, así era Ted Bundy, el "galán" al que las mujeres iban a ver durante los juicios para coquetear con él. En una de sus eclécticas confesiones, cuando le preguntaron de dónde pensaba él que procedía su sed de matar, Bundy contestó que desde muy pequeño había tenido acceso a todo tipo de material pornográfico, al principio poco explícito, pero que terminó con poco más de 10 años viendo películas de violaciones y palizas a mujeres, una de esas veces se preguntó cómo sería hacerlo en la vida real, y así fue como comenzó su sangrienta misión. 
Antes nos podíamos permitir hablar en pretérito a cerca de los crímenes con condicionantes religiosos o por tener fe en algunos tipos de curaciones, como es el caso de los sacauntos para curar la tuberculosis, los cuales dejaban secos a los niños después de extraer su sangre y en ocasiones su grasa, pero ahora volvemos a rescatar ese lado infame del hombre para de nuevo poner en titulares que el Estado Islámico vende la sangre de los cristianos en botellas. Crímenes que a mi personalmente me parece que la prensa ilustra demasiado, no son necesarios esos vídeos a mano de cualquier niño que con una pequeña búsqueda en Google dará con decapitaciones en cualquier medio digital. Solo en USA mueren al año 12.000 personas por ataques con armas de fuego, gran parte de ellas basadas en videojuegos o películas con alto contenido de violencia desmedida, una cifra que sin duda resulta más que alarmante. Mientras tanto, las enamoradas del mal, mandan cartas a Miguel Carcaño, igual que en su día las recibían asesinos en serie como Ted Bundy ¿qué lleva a las jóvenes a hacer esto? quizás una vida huérfana de valores, o tal vez una infancia en la que por matar a gente en una pantalla te daban puntos, quizás sea un estanque lleno de razones que han ido calando poco a poco, y el motivo no es otro más que la insensibilización como consecuencia de una normalización absurda, peligrosa e irracional de todo lo que pasa hoy en día, sin que nadie diga "esto no, así no" por que entonces un grupo de progres dirá que se están cortando libertades, no es normal consumir drogas sean del tipo que sean, no es normal ver porno sádico y mucho menos la libertad sexual en colegios, no es normal que tu hija con 5 años venga diciendo que tiene un novio en clase y que se besan, no es normal hacerse una selfie en mitad de un Golpe de Estado para el regocijo social, en definitiva hay que empezar a decir NO a la normalización de las conductas amorales. 
Quizás señores lo que estemos haciendo sea seccionar el pequeño hilo que une al hombre con su parte humana y dejando a flote solo nuestra parte indomable y salvaje, aquella que se supone que tanto ha evolucionado desde la era de las cavernas. 

Selfie en mitad del Golpe de Estado turco de 2016

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo. Compartimos el interés en la criminología, aunque yo no he querido profundizar tanto. Justamente el otro día estuve viendo la película "Monster", basada en la historia de Aileen Wuornos. Me hizo reflexionar bastante en la importancia de las circunstancias en las que creces, y en cómo si no tomas las mejores decisiones, puedes acabar atrapado en un círculo vicioso del que es muy difícil salir. Sin embargo, como bien apuntas en el texto, lo escalofriante de los tiempos en los que vivimos es que muchos de estos asesinos (sobre todo los más recientes), no viven en ambientes especialmente marginales (al menos no es esa la impresión que tienes cuando lo ves en la tele, luego siempre tienes que investigar para saber qué hay de verdad detrás de todo ello). Vivimos completamente idiotizados, los padres se despreocupan totalmente de la educación de sus hijos, desde los 4 años están con móvil y tablet porque así no molestan. Luego nos sorprendemos cuando de adolescentes ni los profesores ni los mismos padres son capaces de controlarlos. La verdad es que no sé adónde vamos a llegar. Da miedo pensarlo.

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  2. Antonio Rodríguez25 julio, 2016

    Hola Miriam:
    Me gusta el estilo fresco y libre de tu literatura y comparto contigo tu espíritu crítico. Hoy sólo hay algo peor para el poder que la crítica: el escepticismo. El poner por sistema en solfa lo que nos pasa por delante y estar cuestionando todo lo que nos intentan colar como normal es muy incómodo para el poder, más que la más feroz crítica en un momento dado. Cuando hablo de poder no hablo del gobierno de turno. Hablo que los que trazan estrategias en la sombra para acumular cada vez más...poder y necesitan que la gente esté pensando en otra cosa...o no pensando. Así ponen en funcionamiento su maquinaria de propaganda y manipulación y distribuyen roles y mercados de audiencia según convenga, creando un entorno diabólico tal que si logras zafarte de uno caes en el otro y al final normalizan lo abominable y zafio. Si no, valga de ejemplo, explícame como es la más vista en nuestro país, España, una cadena donde lo normal es la producción y emisión de programas en los que básicamente unos se ganan la vida "sacando tiras de la piel de otros" o vendiendo la suya propia, normalizando una conducta que siempre ha sido característica de gente mal educada siguiendo las enseñanzas de nuestros padres. Sobre todo hay que pensar en qué país se está haciendo con ello y cuales son los valores que guían ya a muchos grupos de gentes y a las generaciones venideras.

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