miércoles, 20 de abril de 2016

Los cachorros de león de las cavernas

Si os nombro a Uyan y Dean, tal vez esos nombre no os suenen de nada, pero ambos esconden una conmovedora historia tras ellos. En Octubre de 2015 fueron hallados a orillas del río Uyandina (Yakutia, Siberia) dos cachorros de león de las cavernas congelados, los pequeños estaban encogidos en un desesperado intento de protegerse del frío, se calcula que tienen alrededor de 12.000 años y lo que más ha sorprendido a los científicos de la Academia de Ciencias de la República de Sajá en Yakutia es el asombroso estado de conservación en el que se encuentran. Conservan todo su cuerpo de manera intacta, desde el pelaje pasando por bigotes, uñas, hasta los órganos, miden unos 42 cm y aún no tenían dientes, por lo que teniendo en cuenta esos datos sabemos que tan solo contaban con dos o a lo máximo tres semanas cuando quedaron congelados en el tiempo. Hasta la fecha el ser humano no había realizado ningún hallazgo de semejantes características en lo referente a esta preciosa y sobrecogedora especie, por lo que algunos especialistas no vieron con buenos ojos a los científicos rusos cuando estos anunciaron que uno de los cachorros sería diseccionado. Como ya ocurrió con Ötzi pretenden conocer a través de un minucioso examen cualquier dato de los pequeños para intentar nutrir un poco toda la información de la que disponemos hasta hoy del león de las cavernas.



Hasta ahora solo podíamos saber cómo eran estos animales por sus restos óseos, acompañados de las ilustraciones basadas en los mismos, pero por primera vez en la historia contamos con una definitiva y contundente manera de saber cómo eran, a lo que hay que sumarle seguramente el dato de cómo vivían, ya que gracias a Uyan y Dean (nombres puestos en honor a su descubridor y el lugar del hallazgo) sabremos datos insólitos y muy esperados del gran depredador que pobló el mundo durante el Pleistoceno Medio y Superior, animales que un día situado hace miles de años compartieron el mundo con otras especies que aún nos quedan por descubrir.
Cuando se hacen hallazgos de este tipo, uno de los mayores temores es que revivamos psicrófilos (organismos capaces de vivir a temperaturas por debajo de los 5 °C) pero después de ser analizados, se puede decir que ambos ejemplares están libres de cualquier tipo de enfermedad, por lo que hace viable su análisis, recuerdo cuando vi la primera fotografía de ellos, expuestos encima de unos grandes bloques de hielo, supongo que cada persona tiene unos sentimientos y estas cosas ahondan en nosotros de manera completamente distinta, habrá quien quede impasible ante los descubrimientos que envuelven a la Edad de Hielo, pero lo cierto es que todo lo relacionado con la Prehistoria me roba el corazón, solo con pensar que podemos saber un poco más de los orígenes de los animales es imposible para mi no esbozar una sonrisa. Ya existen situadas a lo largo de este año algunas nuevas expediciones en la misma zona del descubrimiento de estos dos pequeños, quizás la historia y sus hallazgos nos deje seguir materializando sueños.

Todo lo que sabemos del león de las cavernas hasta ahora se lo debemos al testigo artístico de nuestros ancestros, los cuales mediante mi amado arte rupestre han ido dejándonos su legado, además del parietal también encontramos representaciones en el arte mueble. Fueron asociados a rituales con carácter religioso o mágico en el tramo Paleolítico, quizás de ahí derive su nombre, ya que muchos de sus restos fueron hallados en el interior de las cavernas (así como el arte ya mencionado) pero no se tiene la certeza de que estos animales vivieran de manera continuada en ellas, a ello podemos sumar el factor de la caza que ejercía ferozmente uno de sus adversarios más temibles, el colosal oso de las cavernas, quizás algunos de los ejemplares de león encontrados en las cuevas solo fueran los restos de las cacerías que sus depredadores cavernarios realizaban sobre la especie que hoy abordamos (es una de las hipótesis que se barajan respecto a su extinción).
También el ser humano comenzó a cazar a los leones, entre esto y la desaparición progresiva de la fauna que entonces habitaba el mundo, hizo muy complicada su supervivencia. Respecto a su alimentación, sabemos que en un principio era basada en la hiena de las cavernas, y que su estrategia de caza era en manada (tal cual lo observamos en los leones actuales) pero poco a poco a medida que las hienas iban desapareciendo este hábito cambió y centró sus cacerías en crías de oso de las cavernas, ciervos y otros herbívoros de la planicie. Algunas hipótesis se ciernen sobre la extinción de fauna que asoló el Holoceno como la causa de que el león de las cavernas desapareciera de nuestra vista, contaba de tamaño con un 10% superior al león actual.

A raíz de que el escultor Juan Villa realizara una réplica de un cachorro de león de las cavernas congelado para un conocido programa de televisión, yo quedé prendada de la pieza, por lo que me puse en contacto con él para saber si existía la posibilidad de tener una de esas obras de arte en mi despacho, efectivamente así ha sido, la amabilidad de Juan y su arte han hecho posible que tenga la representación de uno de esos pequeños cerca de mi, os dejo con las fotos que son una auténtica maravilla (podéis ver el vídeo aquí)





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