lunes, 14 de septiembre de 2015

Rincón literario: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Superficiales (Nicholas Carr)

Autor: Nicholas Carr
Número de páginas: 344
Editorial: Taurus


Sinopsis


La constatación de que Internet nos está cambiando condensa uno de los debates más importantes de nuestro tiempo: ¿mientras disfrutamos de las bondades de la Red, estamos sacrificando nuestra capacidad de leer y pensar con profundidad? ·
Nos estamos haciendo más hábiles para manejar y ojear superficialmente la información pero estamos perdiendo nuestra capacidad de concentración, contemplación y reflexión.


Mi opinión

Recuerdo que compré este libro por que es uno de los recomendados en la carrera de periodismo, siempre me ha llamado mucho la atención este ámbito, por lo que suelo adquirir este tipo de ejemplares. En un principio las reseñas que había leído lo tachaban de un libro muy exagerado, en el que se trataba el tema de internet bajo un punto de vista oscuro y en ocasiones llevándose la peor parte. Pero al empezar a leerlo lo cierto es que yo por lo menos iba identificándome con cada una de sus páginas, no es un libro para leer con la mente cerrada herméticamente, hay que pensar que en ocasiones tenemos que leer o escuchar una reflexión a nivel personal para poder darnos cuenta de nuestros propios errores, considero que este libro es justamente eso, una gran reflexión personal de Carr plasmada en poco más de trescientas hojas, con esto no pretendo restar ni un ápice de importancia a esta obra, todo lo contrario, creo que es imposible poder hablar de ciertos temas sin contarlos en primera persona, Nicholas consigue hacernos pensar y lo que es todavía más importante, consigue hacernos recapacitar.

Nos encontramos en un punto de la evolución humana en el que estamos cambiando deliberadamente los medios de los que disponíamos hasta ahora por unos métodos mucho más elaborados, hasta ahí supongo que estaremos todos de acuerdo, pero ¿son realmente estas nuevas tecnologías beneficiosas para la mente del ser humano?. No solo debemos enfocarnos en el constante avance de la medicina, la tecnología o la mismísima carrera espacial, el día a día está totalmente menospreciado y relegado a un último plano, con esto quiero decir que no damos importancia a nuestro comportamiento diario, quizás nos están amaestrando para que no lo hagamos e internet es la herramienta más fácil.
Vivimos y crecemos con la idea de nuevas metas en nuestra mente, todo a lo largo de nuestra adolescencia e incluso en algunos casos podemos decir que este periodo también incluye la infancia, nos va conduciendo a poner metas a largo o corto plazo y cuanto más caminan los años más nos esforzamos en pasar nuestros días sin pena ni gloria, no sabemos apreciar esas pequeñas cosas, solo saboreamos la meta.
¿Quién se beneficia de esto? me parece que la respuesta a esto la sabemos todos, es más sencillo para los dirigentes tener un pueblo desinformado, y con internet mucha gente ha encontrado el arma perfecta, Nicholas comenta en su libro que la mente del ser humano empieza a trabajar menos, a volverse cómoda, menguando su capacidad de prestar atención o de poder leer largos textos, por supuesto que hay excepciones (como en todo) pero mientras leemos un texto online, nos bombardean con rótulos, vídeos, enlaces y un montón de cosas más que nos distraen de pequeñas frases, si esto se convierte en una constante diaria, al final la mente no será capaz de desarrollar una lectura a un alto nivel sin perder completamente su capacidad de absorción de información o comprensión lectora.

Por otro lado cada vez son más los campos que se pueden manejar con las nuevas tecnologías, algo que puede parecer a muchas personas algo maravilloso (sí, lo es) pero deberíamos plantearnos si realmente canalizar todo en unas teclas es lo más adecuado para disfrutar de la vida, yo dudo mucho a nivel personal que la digitalización brutal e inexorable que está sufriendo la existencia humana pueda llegar a dejarnos vivir como lo hacíamos antes, es imposible demostrar o sentir determinados estados frente a un teclado o a una pantalla. Por no hablar ya del problema al que nos enfrentamos con las redes sociales, ese peligroso doble filo del que nadie se da cuenta hasta que no se ha cortado con él unas cuantas veces, en múltiples ocasiones me he llegado a plantear de manera muy seria cuál es el verdadero motivo o fin de las redes ¿existe alguno coherente y limpio? creo que no, detrás de toda esta maraña caótica de nuevas relaciones debe existir algo que se nos escapa totalmente, tal vez un experimento social a gran escala, la ventana indiscreta para muchos psicólogos o simplemente el control de la población, cualquier cosa ya se gestiona por internet, dejando todos nuestros datos a merced de grandes esferas, no es normal que cada vez más gente voluntariamente exponga de manera absoluta toda su vida en internet, compartiendo todo y sin importar ni pensar en las repercusiones que esto puede llegar a tener para su propia persona, como si el escaparate mediático no le pudiera jugar a él una mala pasada, pero la realidad está a años luz de este pensamiento, ya que cada día vemos como de las redes sociales salen toda clase de historias y situaciones (yo misma podría escribir un libro con mis propias aventuras internautas) estos episodios a veces son neutralizados por la propia sociedad sin darles demasiada importancia, pero de eso trata este juego, de minimizar lo que analógicamente espantaba, eso mismo intenta decirnos Carr, internet comienza a dominar nuestra capacidad de raciocinio.


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