lunes, 22 de septiembre de 2014

Rincón literario: Rebeca (Daphne Du Maurier)

Autor: Daphne Du Maurier
Número de páginas: 463
Editorial: DEBOLSILLO

Sinopsis:

"Anoche soñé que volvía a Manderley..."
Nadie que conozca la película basada en esta novela podrá olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphe du Maurier: Rebeca.
Así comienzan los recuerdos de la segunda señora de Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornualles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora Winter, Rebeca, muerta pero nunca olvidada.
Maxim de Winter regresa a Manderley, la casa en la que vivía con su primera esposa, con su nueva e inocente mujer, la cual descubrirá que Manderley no es el mundo perfecto que ella cree, allí vive también la inquietante señora Danvers, el ama de llaves, quien no sólo no acepta a la joven, sino que constantemente le recuerda la figura de Rebeca, la única e insustituible señora de Winter.


Mi opinión:

He visto la película tantas veces como he leído la obra de Daphne, una cifra que no os puedo dar porque ni yo misma la recuerdo.
Apasionada, viva, tenaz, caprichosa y escandalosamente bella, así era, es y será Rebeca.
En ella los más observadores podrán avistar el impactante reflejo de la sociedad, superficial y fría.
De la verdad nace la leyenda, una eterna señora de Winter acomodada en el incesante tic tac de un reloj atemporal que marca la vida de Maxim, sin que él pueda pronunciarse, como una marioneta del tiempo, como un velero que navega por un mar de tristeza con olas que fluyen por el océano en soledad.
La nueva señora de Winter, se ve incapaz de sobrepasar la sombra de Rebeca, asustada por lo que un día fue esa mujer y por que continua siendo cuando atraviesa tímidamente las puertas de su nuevo hogar, Manderley.
Como un esbozo de invierno, con sus pensamientos gélidos, sus gestos silenciosos y su presencia constante, con todo eso Rebeca nunca desaparece de la mansión que mece el mar, Rebeca jamás abandonará su amado Manderley.
Es más que una mujer, más que un recuerdo o que un libro, Rebeca cobra vida en cada página.

Maxim y la joven señora de Winter

Recuerdo la primera vez que supe de esta obra, de pequeña siempre escuchaba a mi madre hablar de lo fascinante que era la película a la que Alfred Hitchcock dio su alma, un tío vivo de sensaciones acompañado de una montaña rusa de suspense, sin que te imagines nada de lo que va a suceder.
Estaba un día en la librería hace algunos años, y entonces lo vi. Ahí estaba, condensado en unas cuantas páginas vestidas con letras se encontraba un trozo del guión de mi infancia. Sin pensarlo dos veces lo compré y desde ese momento no forma parte de mi biblioteca, sino de mi mesita de noche. Nunca se separa de mi, y lo leo una vez tras otra, reviviendo sus personajes.

¿Lo recomiendo?
Es obvio... imposible no recomendar este libro, si no lo has leído deberías hacerlo cuanto antes.
Es de esos libros que tienen espíritu, te transmiten las sensaciones de sus protagonistas, paso por paso y segundo por segundo.
No pienses que por haber visto la película ya sabes todo acerca de los señores de Winter, nada más lejos. Por mucho que el maestro Alfred creara con esta película un verdadero poema cinematográfico, nada puede igualar los detalles que se omiten en el cine pero que sí aparecen en el libro, sé que suena a tópico, pero es una realidad.
La joven señora de Winter, pasa el día sumida en sus pensamientos, deseando saber más de Rebeca pero por otro lado odiándola con todas sus fuerzas. En un diario que Rebeca regala a Maxim, ella plasma una cálida dedicatoria, cuando Maxim se lo regala a la joven y ésta repara en la firma de Rebeca sin pensarselo dos veces arranca la hoja y la quema.
Mientras ve como se quema el nombre creo que es una de las escenas más significativas del principio de la relación con Maxim y a la vez algo muy premonitorio del libro, pero que desgraciadamente no aparece en la película.

Podemos adentrarnos en los mil y un detalles que se pueden analizar en profundidad, el hecho que la joven señora de Winter no sea nombrada por su nombre ni una sola vez es uno de los detalles más curiosos y que al analizarlo, encontramos un forjado impresionante del nombre de Rebeca, la otra mujer ni si quiera es nombrada para no restarle ni un mínimo protagonismo a la colosal señora de Winter.
Hablando de protagonismo, si has visto la película, puede que tengas claro que la protagonista aún sin aparecer es Rebeca, o tal vez los recién casados, pero no. 
La protagonista es la señora Danvers, realmente toda la historia gira a su alrededor, una mente vida, latente, perversa, seria, indestructible, leal y sobre todo obsesiva.
El verdadero espíritu de esta obra, sin ella el libro no tendría sentido. La locura humana se refleja en ella como la pérdida paulatina de la razón, poco a poco, consumiendo su alma, su mente y su corazón.

Solo puedo decir, que después de muchos años, sigo soñando con Manderley.

La joven señora de Winter y la señora Danvers



(Si quieres ver la película, puedes hacerlo en mi canal de YouTube, haciendo click AQUÍ)

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