Reflexión: El Valle de los Caídos ¿Se deben retirar los símbolos franquistas?

La política es un tema que no suelo tocar aquí. Levanta muchas ampollas entre las personas extremistas que no aceptan ni escuchan otra opinión o punto de vista.

*Antes de nada aclaro que este artículo está redactado desde un punto de vista histórico y no político.

A raíz del anteproyecto de ley aprobado por el Consejo de Gobierno,donde Andalucía pone fecha a la retirada de símbolos franquistas, se abre de nuevo la brecha del debate con el Valle de los Caídos.
Para poner en situación al lector que no lo sepa, dicha ley obliga desde su entrada en vigor y en un plazo de 18 meses a quitar cualquier símbolo que haga apología del franquismo o del golpe de estado.
En el caso de incumplimiento, se pueden encontrar con una contundente sanción que oscila entre 2.001 y 10.000 euros.
Así también podrán expropiar temporalmente terrenos donde se encuentren fosas comunes, los actos públicos relacionados con el Caudillo quedarán igualmente prohibidos bajo multas de 200 a 2.000 euros.
La máxima cifra se la lleva la multa que tendrá la destrucción de fosas, de 10.001 a 150.000 euros.

Visto lo visto, probablemente no se tarde en extender esta ley al resto de España.
¿Se debe borrar todo rastro de historia? De acuerdo, se trata de una dictadura, pero cabe recordar que el máximo reclamo turístico de Egipto es la Meseta de Guiza, el complejo está formado por las famosas tres pirámides, la versión oficial de su construcción recae sobre los faraones de la IV Dinastía Keops, Kefrén y Micerinos ¿No son las pirámides un símbolo de esclavitud?
El Coliseo, un enorme desafío a la gravedad que se alza imponente en el corazón de Roma. Seguro que todos sabéis a que se destinaba tan magna construcción ¿Cuántas personas murieron en él a modo de diversión? ¿Cuántos padres, hijos y nietos perecieron en el circo romano? Hoy es el estandarte del turismo en Italia.
La Gran Muralla China es otro monumento a la esclavitud del ser humano en estado puro.
Solamente son tres ejemplos de los monumentos que visitamos entre fotografías, risas y asombro, pero que en su día fueron símbolos de miedo, esclavitud y muerte.

El Valle de los Caídos cobra 9€ por cada entrada. Tal y como está el país se trata sin duda de una potente fuente de ingresos en el pulmón verde madrileño.
Lo llaman el campo de concentración rojo, pero nos guste o no, forma parte de la historia de España.

Está ahí para recordarnos lo que no tiene que volver a sufrir un país.
Está ahí como reclamo turístico.
Está ahí, en la memoria eterna de España.

Si se retiraran los símbolos franquistas, creo que se deberían retirar también los de aquellos que cometieron actos y delitos contra la humanidad. Entre los cuales podríamos destacar a Carrillo o a Pasionaria. Sin olvidarnos de la matanza que sufrió Paracuellos a manos del mismo.
En una guerra hay un vencedor, pero también pierden ambos bandos, y como en todas las guerras lo que se pierde son vidas.
Creo que la ley, en el caso de llegar a tocar el Valle de los Caidos, debería estar para ambos lados, todo lo que no pertenezca a la actual manera de gobernar debería ser destruido ¿no?
Tal cual es el caso del muro donde fusilaron a José Antonio Primo de Rivera en la antigua prisión de Alicante, ahora es un parque. Pero ¡ojo! únicamente el trozo donde se encontraba el muro, el resto es un albergue juvenil ¿Qué sentido tiene esto? dinamitan la prisión, queda solo el edificio central (la capilla), construyen el albergue, y solo donde estaba ese muro ahora está el parque. Casualidades.

Con este artículo no pretendo ensalzar un bando ni otro (a ver si ahora me cae a mi el premio gordo) pero si que hago un llamamiento a la cordura y a conservar la historia.
Todo presente tiene un pasado. Y en el caso de España nos lo estamos comiendo a bocados, o mejor dicho a golpe de excavadora.
En mi ciudad hay puestos de defensa antiaérea hasta arriba de botellas, basura y colchones. No tengo palabras, estamos hablando de una parte de nuestro patrimonio, de la HISTORIA DE ESPAÑA.
Ya está bien de tener que recurrir a fotografías para poder saber dónde estaban muchas cosas que nos guste o no forjaron el mundo en mayor o menor medida.