Seis sábanas, lienzos de la libertad

La Segunda Guerra Mundial, supuso un antes y un después en las almas de todo el mundo.
Su crueldad azotó sin piedad de polo a polo el planeta.
Aún hoy en día la humanidad sufre coletazos de aquellos lúgubres y tenebrosos años.
El látigo del recuerdo flagela a aquellos que la vivieron, y nos recuerda cada día porqué la segunda también ha de ser la última.

Mauthausen, tal vez este nombre no te diga nada, o tal vez conozcas su oscura historia.
Se trata de un campo de concentración que fue regido por la temible y sádica columna vertebral Nazi.
Un puerto donde miles de espíritus y esperanzas zarpaban hacia el mar del descanso eterno. Entre Mauthausen y Gusen se formó un espeluznante complejo de muerte y destrucción, 9 millones de personas fueron asesinadas en campos Nazis durante la 2GM.
Fortaleza infernal de Franz Ziereis y Georg Bachmayer, ambos con una crueldad sin igual. Este último tenía predilección por utilizar los perros para desgarrar las escuetas carnes de los obligados habitantes del campo de exterminio, por su parte Ziereis, gozó de una fama de aniquilador inmensa.

Georg Bachmayer y Franz Ziereis

Según el hombre que sometía a España bajo su yugo, el General Franco, todo el que estaba fuera de España... no era español.

De esta manera al ocupar Francia, los alemanes se hicieron con una lista interminable de prisioneros españoles que habían combatido contra el fascismo en su país, contra el régimen del General.

Nadie luchó por ellos. Los que gobernaban la patria española se desentendieron y pensaron que el mismísimo ángel del infierno, Adolf Hitler, le estaba haciendo un favor al cerrado y recto régimen franquista.

En un muy corto periodo de tiempo, Mauthausen, morada del terror, comenzó a conocerse como "el campo de los españoles".

Casi todos aquellos héroes perecieron entre esos muros.

Hoy quiero hablaros de un hecho que consiguió escribir la palabra "españoles" a fuego en los corazones de todo el mundo para el resto de la vida.

Ocurrió allí, en pleno corazón de Mauthausen.

El año 1942 fue un punto de inflexión en la guerra, y los aliados comenzaron a despertar el miedo de Hitler, tomaban terreno.

Poco se filtraba a través del muro, pero a los presos les llegaban noticias, y comenzaba a latir de nuevo la esperanza.

30 de Abril de 1945, Adolf Hitler, se casa con Eva Braun y después ambos se suicidan en su bunker, Alemania ha sido derrotada.

Aún así, 5 días pudo salir a flote la fortaleza de Ziereis, el 4 de Mayo los SS dejan el campo para hacer frente a las fuerzas rusas, y lo confían a la policía de Viena.

Bachmayer, supo que su Alemania había caído, entonces antes de huir, se atavió con sus mejores galas, se montó en su moto y se puso frente a Joan De Diego, prisionero del campo (deportado nº 3156) y le dijo:

-Joan, yo me voy. ¿Qué piensas de esto?

-Yo me quedo, para ustedes la noche, para nosotros la luz. -Contestó Joan.

Entonces Georg, se quitó el guante, le tendió la mano y le dijo:

-Que tengas suerte español.

Bachmayer, poco después asesinó a su familia y fue tiroteado hasta que exhaló.

El 5 de Mayo, los americanos entraban entre las infranqueables puertas de Mauthausen, la libertad se alzaba.

Mariano Constante, prisionero y ordenanza de las SS, pudo robar seis sábanas a los verdugos de aquella barbarie. Fueron empleadas para algo que pasó a la historia.

Al poco de la entrada de los americanos, de las torres principales del campo, fue colgada una pancarta gigante, hecha con las seis sábanas.

En ella rezaba:

"Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras"

La frase fue escrita en español, ruso e inglés.

De todos los prisioneros de aquella barbarie, solo se nos ocurrió a nosotros... los españoles.

Mauthausen, había caído.

Las huellas de la tierra